El visionario líder de Amazon, Jeff Bezos, en una
ocasión afirmó que “en el Viejo mundo, el 30 % de tu tiempo era dar un buen
servicio y el 70 % para promocionarlo. Dale la vuelta”, porque según un cálculo
de su propia empresa, 0,1 segundos de retraso en el acceso a una página supone
una caída del 1% en la actividad del consumidor. Sebastián Muriel, en su
prólogo del libro Social Commerce, 100 consejos para vender en internet,
afirma que “el reto que tenemos ahora es conseguir evitar ser parte del ruido
que nos empieza a abrumar, y convertir un mensaje en relevante para cada una de
las personas que intercambian información todos los días en las redes que nos
conectan a todos”, y además propone no dejar de vista tres cuestiones fundamentales
a la hora de preguntarse hacia dónde vamos: la innovación de la comunicación
social, la experiencia de usuario y la reinvención de los modelos de negocio.
Según una reciente estadística del U.S. Bureau of Labor
Statistics, para el 2020, dentro de 7 años, cerca de 65 millones de norteamericanos
serán trabajadores freelance, temporales y empresarios que contraten a
terceros, un 45 % de la población activa. Toda una revolución del mercado
laboral que cambiará radicalmente los procesos educativos, productivos,
laborales, espaciales y personales. Chris Anderson, tan provocador como
siempre, ha escrito que “la gran oportunidad es la
habilidad de ser a la vez pequeño y global. Artesanal e innovador. De alta
tecnología y lowcost. Comenzar pequeño para llegar a ser grande. Y, sobre todo,
creando la clase de productos que el mundo quiere pero que aún no conoce,
porque esos productos no se ajustan a la economía de masas del viejo modelo”.
Mientras eso llega, usted puede encontrar uno de los sitios más
inquietantes de internet si teclea la palabra Fiverr. En ella podrá encontrar escritores, músicos, economistas,
artesanos, informáticos o compositores, que les venderán su trabajo por cinco
raquíticos dólares. Un mercado de servicios que ha crecido desde 2011 un 600 %
y que hoy le ofrece más de 1,3 millones de ofertas en 200 países. Un contrato,
un plan de negocio, una invención, un diseño, conviven en este mercado, en
igualdad de condiciones y precio, con el admirador secreto que nunca tuvo, un
desconocido disfrazado de zombie, un vídeo cutre con una amenazante canción
personalizada, una clase de baile enlatada o incluso un perro que puede pintar su
nombre en un cartón, todo revuelto a mayor gloria de las antaño reputadas habilidades,
profesiones y estudios. Como si por fin exprimiéramos todas las consecuencias
de vivir en una sociedad lowcost, sin control de caducidad de sus defectos y
carencias, plagada de consumidores voraces, llena de ruidos y sostenida gracias
al dominio de un pensamiento tan leve como gratuito.
Es posible que la mano invisible hoy se parezca mucho a un tramposo juego
de manos, porque la mayoría coincide en lo vetusto de muchas instituciones
contemporáneas y las ideas convencionales que las sostienen. Esas que parecen
llevarnos a que mañana valgan igual un libro, un cuadro, el consejo de su
abogado o las gracietas del chihuahua de su vecino. Para algunos una
oportunidad, la liberación definitiva del ser humano del trabajo por cuenta
ajena; para otros,el anticipo de una tragedia dickensiana. Mientras se despeja
el asunto, resulta clave esa invitación a reinventar el presente, revisar los
modelos, dar la vuelta a las cosas, evitando los ruidos, innovando la
comunicación social, y, por encima de todo, atendiendo a la experiencia del
usuario, dando más importancia a la calidad del servicio que a su publicidad. No
vaya a ser que tanta ensoñación pesimista por el futuro, tanto debate
institucional inútil y tan excesivo recreo en los procedimientos sin sustancia nos
distraigan, y de paso, a otros les permita venderse por un exiguo
puñado de dólares.
Autor: Algón Editores
Hoy los canales de venta han pasado de los mercantilistas a los talentosos... o por lo menos, es la esperanza.... toma tu proyecto en "tus" manos.. inténtalo.. http://laebookeria.com
ResponderEliminarGracias por el comentario, hay que intentarlo!!
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